Cuando se escribe una tesis,
se presenta un producto y cuando se defiende, se defiende como tal, como
producto; pero el proceso que implica en el aprendizaje del investigador deja
por fuera el registro de todos los detalles que se llevaron a cabo durante ese
proceso.
Dentro
del programa de posgraduados el tesista debe presentar un proyecto de
investigación, el curso lo remite a parámetros que han sido establecidos,
normados y presentados a manera de instructivo dosificado, el punto clave del
proyecto para ese momento es el problema: ¿Qué decir del problema?
La redacción
del problema en sí.
La respuesta es: la situación real; parece una fórmula
sencilla. Sin embargo, el desarrollo del proyecto como un todo, implica una
confrontación dialéctica entre lo que va encontrando en la realidad y la
configuración del marco conceptual.
El tesista pasa por tres grandes dificultades que son sus
propios errores:
- Pensar que con la escogencia del problema va solucionar todas las dificultades del sistema educativo venezolano.
- La abstracción mental de ver tan claramente en ese momento, que las primeras ideas de relaciones que pudieran establecerse, son correctas.
- La violencia o rapidez para realizar cada una de las etapas, que cognitivamente requiere de un tiempo para procesarlas,
Sin embargo, esos tres errores sirven de plataforma para
redefinir la postura del tesista y lo ayudarán a madurar como incipiente
investigador. Los objetivos del proyecto se traducen en organizadores y el
desglose de éstos en las palabras o sustantivos que conforman el esqueleto de
todo el marco teórico, a su vez los indicadores se traducen en las incógnitas a
investigar, son esos mismos objetivos, los sensores, cual terminación nerviosa
para captar a través de los instrumentos lo que se desea procesar.
Maza (1983), refiere “el investigador dispone de un marco
de referencia conceptual, mediante un proceso riguroso de pensamiento crítico,
la falta de correspondencia con la realidad debe ser mínima porque de lo
contrario la fundamentación teórica por inconsistente debe ser sujeta a
revisión” (p.28).
En este sentido, los estudios de posgraduados aceleran el
proceso riguroso de aprendizaje, que de otra manera sería un camino más largo
por recorrer, pero no significa que sea la única vía.
Referencia
Maza
Z. (1983) La Crisis de la Ciencia Económica y el Compromiso del Investigador.
Colección Honoris Causa. Editorial de la
Universidad del Zulia
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